Hace mucho tiempo leí que mi
querido Berto tenía entre manos un nuevo espectáculo de monólogos y que para
acabar de definirlo una vez al mes iría al “Teatre Alexandra” a hacer un ensayo
con público e iría cambiando cosillas en cada uno hasta el resultado final.
Hablé con mi prima para que se
viniese conmigo porque también le gusta mucho Berto y decidimos que nos iba
bien en Noviembre, así veríamos una aproximación al resultado final y además
coincidía que estaba muy cerquita de su cumpleaños.
Después de más de 2 meses (que lo
vimos a finales de septiembre y estamos casi en diciembre) fuimos a verlo con
muchísimas ganas, en primera fila (por supuesto) y mi prima de nuevo quejándose
porque le da vergüenza y más a mi lado que me conocen y con Berto porque sabe
que me dn ataques de risa que no son normales, que empiezo y no paro, yo
siempre lo digo pero es que es cierto, a mi Berto me hace gracia hasta cuando pestañea,
tiene algo que me llega y no puedo evitarlo, su forma de explicar las cosas, lo
que dice, como se mueve… todo! Es mi humorista por excelencia, y más ahora que
la sociedad está de capa caída y cada vez te das más cuenta de la ineptitud de
la gente, las pocas luces que tienen la mayoría y lo poco valorada que está la
inteligencia en general, hace más un enchufe que un buen coco.
Cuando empezó el espectáculo nada
más ver a Berto salir ya me hizo gracia, la actitud con la que entró, los
movimientos… y (aquí empezaré a censurarme al máximo para dejaros con la miel
en la boca y que vayáis a verlo) al principio hace un rap donde habla de su
nariz y en un momento de la canción (no diré que frase fue pero…) yo empecé a
reírme y ya no pude parar hasta el final, y me perdí un gran cacho de canción
por culpa del ataque de risa, se anularon el resto de mis sentidos y solo podía
reírme. El monólogo está en su línea, si os gusta Berto os encantará y si no os
gusta pero sabéis apreciar el humor inteligente, también!
Habla bastante de su hijo,
recupera las canciones que cantó en Buenafuente (sólo las cantó una vez, pero
yo como gran seguidora suya me las baje y me las aprendí en su momento),
también recupera alguna cosilla del ensayo con público que hizo en el “37 grados”
al que también fui. Me encantó, no le quitaría nada, y ponerle… yo si lo hace
Berto le pondría 1h más y no me cansaría, pero el pobre hombre tiene que
descansar también, que tiene un churumbel en casa y no le deja descansar
suficiente.
Quitando todo el contenido del
monólogo, me gustó mucho que al principio nada más salir saludó al público, me
vio y me saludó a mí. Y durante todo el monólogo iba mirando de vez en cuando y
me veía poseída por mi risa bertil, que es la más escandalosa, duradera y contagiosa
que tengo.
Al salir, como siempre, le esperé
pero esta vez tardó más que nunca, se ve que tenía que hacerse una sesión de
fotos o algo así me dijo. Pero bueno mereció la pena, le di dos besos, le
felicité por su cumple y le di un regalito que le había hecho (un peluche de
una cara de mono, o eso intentaba ser), le gustó mucho y me dio un abrazo muy
sincero y me dio las gracias, dijo que le había gustado mucho.
Después le
comenté lo que más gracia me había hecho del monólogo, que las canciones eran
recicladas que yo me las sabía y me dijo que eso es porque yo soy muy pro pero
solo las había hecho una vez en BFN y las podía aprovechar. Me preguntó que qué
me pareció el rap… Una chica que había por ahí le dijo que le quedaba muy bien
y yo le dije “no no, que no te engañen, no te queda bien” y me dijo que lo
llevaba por una peli pero que al día siguiente se lo quitaría. Todo un alivio
para su cara, es que no me gusta nada como le queda el bigote. Antes de irme me
hice una foto con él y para casa de mi prima.
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