04/09/2017
Es la figuración más rara a la
que he ido nunca, normalmente desayuno algo antes de salir de casa,
pero pensé, siempre desayuno en casa y al llegar vuelvo a tomar café
y pico algo del catering así que hoy no desayuno y… ¡Sorpresa! No
había catering, por no haber no había ni botellas de agua, habían
comprado garrafas y vasos… muy cutre todo la verdad, tampoco nos miraron vestuario, se ve que íbamos todos perfectos.
La serie en
cuestión era “La
Flor de la otra orilla”
La primera escena que grabamos
nosotros teníamos que cruzar caminando tranquilamente por un lado,
delante, detrás… por donde nos marcó el que nos guiaba que es
habitual en rodajes aquí, pues sirvió de poco, la única indicación
del director fue que sonriéramos, se la sudaba si pasábamos
escalonadamente cada uno de un lado, en diferentes direcciones, en
parejas, grupitos, solitario… él sólo quería que fuéramos
sonriendo.
En la siguiente escena no
participamos nosotros, en ella me di cuenta lo poco expresivos que
son los chinos, uno de los protas, “el malote” cogía a la chica
y quería llevársela en moto y ella era impasible a lo que sucedía
no entendí si la obligaba o si le hacía mucha ilusión, expresión
totalmente neutra.
Para la próxima escena si
salimos, lo que más me sorprendió es que no cortaban el paso, la
gente pasaba por allí tranquilamente, se paraban, miraban, alguno
hacía fotos y no es un sitio precisamente tranquilo, es un sitio
bastante turístico, lo peor es que había unas 7 motos que tenían
que dar una vuelta y no había mucho espacio y la gente se cruzaba
por allí sin mirar. Nosotros solos sin indicaciones, como buenos
figurantes veteranos nos colocamos a diferentes alturas de la
escalera de la que salíamos, a lo ancho de ella y uno iba solo
mirando el móvil, yo iba con otra chica, luego una pareja… y el
director dijo “no, no arriba todos, a un lado y en acción todo de
golpe para abajo… alucinante, que cosa más cutre y falsa la
verdad. Otra cosa que me sorprendió mucho también es que hacían
muy pocas escenas y ya les parecía bien.
Sobre las 14h nos dieron 1h para
ir a comer, como no había catering nos dieron 15€ y podíamos ir
donde quisiéramos y yo busque en San Google un japonés cercano con
menú a 15€ y allí que fuimos otra chica y yo, creo que es la vez
que mejor he comido. A la vuelta, estuvimos mucho rato
sin hacer nada, estábamos arriba de todo de Montjuic en el MACBA y
entramos a visitarlo, estuvimos hablando, yo leí un rato… y luego
nos cogieron para hacer de “cabezas” si, si, ellos rodaban
enfocando mirando a Barcelona y se veía nuestras cabezas mirando a
Bcn, al principio nos marcaron dos de píe como haciendo fotos, uno
con el móvil hablando, pero como a ellos se la suda todo dijeron no
no, todos sentados así que estábamos allí hablando tranquilamente
y pasando de todo, porque tampoco controlaban racor, tu podías estar
más arriba, luego más abajo, cambiar de grupo…
Casi al final del rodaje nos
dimos cuenta que los actores se ve que son famosísimos, uno de ellos
era el Mario Casas de allí, Las turistas chinas era verlo y se les
iluminaba la cara, era ilusión máxima, gritos, fotos… y ya que
podíamos y por chincharles un poco también… nos hicimos foto con
él.
Y hasta aquí la crónica del
rodaje más raro de mi vida.
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